Ilustración: Erica Villar
Amor ventrílocuo continua la línea experimental de su disco debut. Pero, a diferencia de Amuleto, donde la melodía transitaba los paisajes mentales de un lirismo jazzero y aireado, este álbum se reconoce cancionero más fácilmente. Arreglos de cuerdas, guitarras distorsionadas y una labor más arriesgada en cuanto a las voces trazan un mapa en donde los textos descansan más afablemente que en las primeras composiciones.
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